En todos los trainings de liderazgo que facilito se repite varias veces la misma frase por parte de los participantes: “gestionar personas es lo más difícil que hay”. Efectivamente, coincido con esta afirmación, aunque con un matiz: No es que sea lo más difícil, es que normalmente nunca nos han entrenado para ello.

Dedicamos muchos años de nuestras vidas a formarnos en especialidades técnicas concretas convirtiéndonos en magníficos especialistas y en grandes profesionales. Si sumamos las horas que hemos dedicado a formarnos en nuestra especialidad nos sorprenderíamos. Pero, precisamente, esa dedicación es la clave de que tengamos la solvencia que tenemos.

Con los años los profesionales que destacan por esa gran capacidad y solvencia son promocionados a niveles de mayor responsabilidad y con un creciente número de personas a su cargo.

Y es aquí donde surgen los problemas para estos grandes profesionales. Las horas que han dedicado a formarse y a adquirir las habilidades necesarias para desenvolverse con éxito en su liderazgo se reducen a la mínima expresión en comparación con las que han dedicado, y todavía dedican, en formarse y actualizarse técnicamente.

Por este motivo, es importante que al promocionar a estos profesionales se les facilite los trainings necesarios para incorporar las habilidades esenciales de liderazgo que podemos resumir en las siguientes:

1. Comunicación efectiva: Los líderes deben ser excelentes comunicadores tanto en la transmisión de información como en la escucha activa. Deben ser capaces de articular claramente las metas y objetivos del equipo, proporcionar retroalimentación constructiva y fomentar un ambiente de comunicación abierta.
2. Toma de decisiones: Los líderes deben ser capaces de tomar decisiones efectivas y rápidas, evaluando diferentes opciones y considerando las implicaciones a corto y largo plazo. También deben ser capaces de asumir la responsabilidad de sus decisiones y aprender de los errores.
3. Desarrollo del compromiso: Un buen líder sabe cómo motivar a su equipo y mantenerlo comprometido y enfocado en el logro de los objetivos. Esto implica reconocer y recompensar los logros, proporcionar apoyo y aliento, y crear un ambiente de trabajo positivo.
4. Delegación: Un líder eficaz debe ser capaz de delegar tareas y responsabilidades de manera adecuada. Esto implica identificar las fortalezas y habilidades individuales de los miembros del equipo y asignarles responsabilidades acordes, lo que a su vez fomenta el crecimiento y desarrollo personal.
5. Resolución de problemas: Los líderes deben ser capaces de abordar y resolver problemas de manera efectiva. Esto implica analizar situaciones, identificar soluciones potenciales, involucrar al equipo en el proceso y tomar medidas para superar los obstáculos.
6. Empatía: La capacidad de comprender y ponerse en el lugar de los demás es esencial para un líder. Mostrar empatía hacia los miembros del equipo ayuda a construir relaciones sólidas, promover la colaboración y resolver conflictos de manera efectiva.
7. Visión estratégica: Los líderes deben ser capaces de pensar a largo plazo y tener una visión clara de los objetivos y la dirección del equipo. Esto implica establecer metas claras, definir estrategias y guiar al equipo hacia el éxito.

Estas son solo algunas de las habilidades de liderazgo esenciales para un director de equipo. Es importante tener en cuenta que cada líder puede tener fortalezas y enfoques diferentes, pero estas habilidades proporcionan una base sólida para liderar equipos de manera efectiva.