11 jul. Reskilling sí, milagros no
19 MAIG 2023 · Autor: Albert Gibert
Tal como indica el Future of Jobs Report 2023 del World Economic Forum, casi la mitad de las habilidades clave necesarias en para el desarrollo de los profesionales de las empresas van a cambiar en los próximos cinco años. Concretamente, según este estudio, el 44% de esas habilidades.
Como ya se venía observando en los últimos años, en 2023 las habilidades cognitivas se han situado en cabeza de la lista de las que se consideran de mayor importancia para los profesionales. En primer lugar, se sitúa el pensamiento analítico. La razón es que el razonamiento y la toma de decisiones son actualmente las tareas laborales menos automatizadas.
En segundo lugar, se encuentra el pensamiento creativo. A continuación, se sitúan tres habilidades de las llamadas de autoeficacia: resiliencia, flexibilidad y agilidad; motivación y autoconciencia; y la curiosidad y el aprendizaje permanente, que reconocen la importancia de la capacidad de los profesionales para adaptarse a lugares de trabajo interrumpidos.
Realizando una proyección hasta 2027, el informe del WEF señala que la demanda de pensamiento creativo crecerá más rápido en los próximos cinco años, en un 73 %, que la demanda de pensamiento analítico. Este pensamiento analítico ocupa el segundo lugar destacado en la lista de habilidades que se prevé que crecerán en importancia.
La alfabetización tecnológica es la tercera habilidad básica de más rápido crecimiento, mientras que la curiosidad y el aprendizaje permanente; resiliencia, flexibilidad y agilidad; y la motivación y la autoconciencia completan los cinco primeros.
El mismo informe detalla que seis de cada 10 trabajadores requerirán capacitación antes de 2027, pero se considera que solo la mitad de los trabajadores tienen acceso a oportunidades de capacitación adecuadas en la actualidad, según el informe. Pero las empresas reconocen la necesidad de mejorar y volver a capacitar a los empleados, y el 82 % planea invertir en aprendizaje y capacitación en el trabajo.
En este punto, considero que es importante destacar que lo que realmente debe ir por delante son las necesidades reales de formación detectadas. Esto parece una obviedad, pero no lo es. Todavía muchas empresas, siendo honestos la gran mayoría, pretende encajar como sea el plan de formación a un presupuesto sin perseguir el carácter transformador que se requiere en un reskilling.
Así, lanzan la petición de formaciones para el desarrollo de habilidades clave con una duración mínima esperando que tengan un carácter transformador. Es decir, pretenden que con un mínimo de horas sus profesionales incorporen habilidades clave que necesitan ser entrenadas para poder ser integradas. En algunos casos esperan que, en 10 horas, o menos, se produzca lo que consideran que es el milagro del reskilling. Es decir, que alguien toque a unos profesionales con una barita mágica y que éstos integren los nuevos aprendizajes.
Evidentemente, el reskilling no va de esto. Para que esta actualización de habilidades profesionales se desarrolle con éxito son necesarias una planificación adecuada y también una capacitación continuada en el tiempo. Sirven de muy poco las acciones formativas aisladas en la que las personas se exponen a unos contenidos, y en el mejor de los casos los entrenan, si después no hay una continuidad. Es como entrenar unas pocas horas para correr un maratón y pensar que de esta manera podremos afrontar con garantías la carrera dentro de unas semanas o meses, aunque sólo sea para finalizarla.
Las habilidades de liderazgo serán el foco de cuatro de cada 10 estrategias de habilidades corporativas según el mismo informe del WEF. Esto será todavía más importante en las empresas asociadas a perfiles técnicos como las industrias de fabricación avanzada, la automotriz, la aeroespacial, las infraestructuras y, en general, en las cadenas de suministro y el transporte.
El reto que viene por delante es mayúsculo. Sólo cabe esperar que las empresas planifiquen y desarrollen planes de formación que permitan el reskilling de sus profesionales. Sólo de esta manera permitirán que los retos futuros de las empresas se consigan de manera consistente.